Sindicación de contenidos
Boletín electrónico
Contacto
Mapa web
Logo de FacebookLogo de Google +Logotipo Twitter
 
boton pinteres
Imprime ContenidoEnviar a un Amigo
 

${estadoCorreo}

 

Desayuno a la española

Desayuno en París
 
Desayuno en París
Diario El Comercio año 2001.
 

Mi padre, q.e.p.d., era muy sabio y, siguiendo la sana costumbre de desayunarse con huevos fritos, bacon y pan tostado con mantequilla, decía que por la forma de practicar esta primera comida del día, se sabía como era, como funcionaba y hasta donde, podría llegar un pueblo.

Él jamás bajaba a desayunar a un comedor, siempre pedía el desayuno en la habitación, hasta que llegamos a EE.UU. y allí le ví levantarse de mañana temprano para regalarse con un soberbio buffet neoyorquino. «Mira hijo, me comentó, una gente que desayuna así, por fuerza tiene que ser capaz de mover el mundo

Claro, por eso, mientras ellos conquistaban la Luna, en España se discutía acerca de si con la democracía no llegarían también los rojos y es que comer huevos fritos antes de acostarse, provoca pesadillas.

Gracias a Dios, a la democracia y al turismo, hoy en día ya desayunamos como personas y el que mas y el que menos, de mañanita temprana, se mete para el cuerpo un buen zumo de naranjas, un potente montadito de jamón y queso, un yogur con müesli, unas rebanadas de pan con aceite y el consabido tazón de café con leche, eso sí, con sacarina y Puleva Ω 3 (lo digo para que Jesús Bernardo, mi querido y temido nutriologo, no me riña).

Poco a poco los celtíberos hemos ido aprendiendo buenos modales.

Yo creo que ha sido haciendo turismo.

Recuerdo que hace años, cuando ibas por ahí, al pasar por el buffet del hotel, siempre había algún compañero de viaje que nos confesaba: «Chico, que envidia me das. Tú sí que aprovechas la media pensión, pero es que a mí, por la mañana, no me entra nada. Estoy acostumbrado a tomar un café bebido, un pito y a currar y claro, así de golpe, solo de pensar en comer fruta, embutidos, huevos, yogur y todo lo que te estás llevando por delante, es que con verte ya me empacho.»

Otra cosa es lo que vemos en esos hoteles canarios invadidos de vikingos en que sus gordos y blanquecinos inquilinos, antes de bajar a la playa, se tragan un plato de judías rojas con salchichas y tres filetes de lomo de cerdo adobado con mermelada.

España puede diseñar el nuevo concepto de desayuno ideal.

La primera vez que sentí el potencial de este invento fue en el castillo de Raimat, donde, tras una noche bastante agitada (no puienso dar mas datos), los guardeses nos pusieron una mesa con pan untado con tomate, jarras de aceite virgen de arbequina, bandejas de embutidos ibéricos, queso de cabra, rosquillas y madalenas, y por supuesto el cafelito.

¡Qué cuerpo se me puso! Ni un toro, oigan.

Otro puntazo que apunté, fue hace unos días en el hotel Villamagna de Madrid, donde, además de lo ya mencionado, pusieron una jugosa tortilla de patatas. Genial.

Y otro complemento con el que me encanta empezar cada mañana, es una dulce y fresquita tajada de melón, hecha taquitos y con unas hojas de menta fresca recién picadas por encima.

Prepararlo lleva su tiempo, así que hagan la prueba este fin de semana y cuando comprueben lo bien funcionan, ya verán como poco a poco se apuntan a este banquete matutino de que a continuación doy la receta:

  • - Zumo de naranjas recién exprimido (no vale el de brick).
  • - Taquitos de melón.
  • - Yogur bio con müesli.
  • - Pan con tomate y aceite de oliva para tomar con jamón ibérico y queso de cabra.
  • - Tostadas con aceite para mojar en el café con leche.

(Lo del pinchín de tortilla ya es para nota).

 Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio.  

Escrito por el (actualizado: 09/11/2014)