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Castañas, un recurso delicioso

 
Publicado en gallego en el libro A Cociña do Outono.
 

Si las setas no fueron nunca apreciadas en España, las castañas, el otro producto silvestre emblemático del otoño, fue sin embargo junto a la bellota la base de nuestra alimentación durante muchos siglos.

Perdió protagonismo con la llegada del maíz ya que la enfermedad de la tinta en los castaños y su laboriosa recolección y dificil conservación, hicieron que los campesinos se volcasen másivamente en el cultivo del nuevo cereal llegado de América.

Este abuso del maíz como único sustento provocó una terrible plaga, la pelagra o Mal de la Rosa, que arrasó pueblos enteros y provocó injustamente el rechazo a su consumo, sobre todo porque en ese momento empezaba a introducirse la patata. Lo que es indudable es que entre el maíz y sobre todo a partir del siglo XIX con el consumo másivo de la patata, la rica castaña quedó en el olvido y hoy día apenas si se consume como diversión, como producto festivo en Navidad o en magostos multitunarios. Sin embargo su recetario podría servir para hacer un extenso tratado de cocina y por ello daremos algunas pistas en nuestras recetas.

En el mercado existen actualmente diferentes prepraciones muy utiles para su uso culinario: purés, marrons glacés, trozos de frutos pelados, castañas cocidas, etc. No está la industria alimenticia aun a la altura de las posibilidades que este fruto ofrece ya que salvo una empresa orensana, apenas hay quien manufacture castañas, sin embargo con las formas de comercialización que existen en el mercado, sobre todo en otoño en que se consiguen frescas en cualquier parte, una buena cocinera puede hacer maravillas.

Son deliciosas en postres y como guarnición de platos de caza, pero donde dan su mayor personalidad es en los guisos antiguos, como en los que participa de la mano de coles y repollos, donde resulta incomparable.
La mayoría de los cocidos antiguos que se hacen hoy con patatas, antaño eran elaborados con nabos y castañas, lo que resultaba sin duda mucho más apetitoso y sabroso.

Son deliciosas en sopas aunque apenas si se estilan estas hoy día por culpa de esas pócimas de sobre que han invadido nuestros hogares y destruido una tradición tan sana como exquisita, sin embargo una buena sopa sigue siendo un gran plato que cuando los comensales comprueban que ha sido preparada con mimo por la cocinera, vuelve a ser agradecida por todos los miembros de la familia.

Recomiendo hacer pruebas con embutidos tradicionales.
Un cocido de salchichas, chorizos o morcillas con castañas resulta un plato sorprendente a pesar de su fortaleza y potencia calórica.

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Escrito por el (actualizado: 09/11/2014)