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Licopeno en AOVE

Salsa de tomate con AOVE
 
Salsa de tomate con AOVE

Trabajo presentado en Junio 2014 como proyecto fin de curso del título de Experto Universitario en Nutrición, Salud y Alimentos Funcionales.
 

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 
Experto Universitario en Nutrición, Salud y Alimentos Funcionales
Proyecto Fin de Curso: Aceite de oliva virgen extra con licopeno 
 
Alumno José Juan Iglesias del Castillo

Índice de contenidos 

Estado del arte en el licopeno como ingrediente funcional 

De conformidad con el Reglamento (CE) Nº 1924/2006, el REGLAMENTO (UE) Nº 432/2012 DE LA COMISIÓN EUROPEA de 16 de mayo de 2012 publicado en el Diario oficial de la Unión Europea el 25/05/2012, establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños (sic), y el licopeno no aparece reseñado y por tanto no contiene (oficialmente) “propiedades saludables”. 
Por ello, es decir, por no haberse tan siquiera presentado a valoración de la EFSA, no puede considerarse como un ingrediente funcional y por lo tanto se mantiene oficialmente como un simple colorante autorizado con el código E-160d.
Esto no significa que no tenga una serie de propiedades que vamos a exponer en este trabajo y que, con cierta probabilidad, hagan que en algún momento pueda ser reconocido oficialmente con “propiedades saludables” y posteriormente inscrito como tal en las organizaciones reguladoras (AESAN: Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, FOSHU: Foods for Specified Health Use (Alimentos de uso específico para la salud), o FUFOSE: Functional Food Science in Europe (Ciencia de la alimentación funcional en Europa).

Historia.  

Cuando en 1873 se descubrieron los carotenoides, se consideró que estos pigmentos eran “componentes inertes y accidentales en la dieta humana”. En 1930, el químico suizo Paul Karrer determinó su estructura, lo que le valió el Premio Nobel en 1937, pero, aunque ya apuntó que podría tener ciertas propiedades medicinales, no fue hasta finales del siglo XX cuando los diversos organismos relacionados con la salud empezaron a determinar sus funciones y su valor real, concretamente el licopeno.
En un informe emitido en agosto de 2002 por Centro Danés de Gerontología Molecular de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, el científico Suresh Rattan aseguró que el licopeno del tomate era el antioxidante natural más potente conocido hasta la fecha. También comentó que los estudios sobre las propiedades del tomate llevaban pocos años, por lo que aún quedaba mucho por saber de esta hortaliza y esa sustancia en concreto.
La Comisión del Codex Alimentarius  formada por la FAO y la WHO, en su informe ALINORM 10/33/12, firmado en la sesión 33 del cinco al nueve de julio de 2010, incluye en licopeno entre los aditivos alimentarios como colorante con el Código Europeo E-160d, pero no dice nada de sus propiedades salutíferas. 
Un trabajo publicado por la revista Nutrición Hospitalaria del Hospital de León concluye: “La ingesta de licopeno puede considerarse como una medida preventiva y terapéutica no farmacológica para diferentes tipos de enfermedades, pero se requiere el trabajo de los profesionales de la nutrición y la salud para incrementar su consumo a través de la educación alimentaria y proponer a partir de los resultados de investigaciones científicas sus niveles de ingesta diaria.” (Bojórquez, González y Sánchez, 2013, p.6)
Según un informe de la Natural Standard Monograph, publicado en 2014, se considera el licopeno, además de como uno de los más poderosos antioxidantes y protectores solares, como una sustancia activa en nivel C, en la prevención y actividad paliativa de las siguientes dolencias:Asma, Diluyente de la sangre, Tumores cerebrales , Prevención del cáncer (especialmente de mama, ovario, cuello uterino, páncreas, pulmón, colorrectal y próstata), Arteriopatía coronaria, Cardiopatía, hipertensión, Diabetes Mellitus, Hipertrofia prostática, Trastornos oculares , Enfermedades de las encías, inflamaciones múltiples,  nefritis, hiperlipemia, molestias menopáusicas, y aftas bucales.
Un trabajo publicado por la Fundación Alimentum en 2006  comienza de esta forma: “El licopeno es un compuesto bioactivo presente de forma natural en determinados alimentos...” (Sánchez, M.C., 2006)
Por tanto, podríamos concluir que si la comunidad científica define el licopeno según la definición puntual de lo que ha de ser un “Alimento funcional”, podríamos considerar que el concepto ya está implantado en nuestra sociedad.
Según el Ministerio de Agricultura de Canadá y la Universidad de Montreal, el licopeno está reconocido oficialmente como componente funcional y así lo reseñan en los registros que facilito a través de los respectivos enlaces, por lo que su adición configuraría un Alimento funcional.
Con estas reseñas quiero mostrar como la situación legal del licopeno como ingrediente funcional es tremendamente compleja ya que si bien no existe un reconocimiento por las organizaciones europeas, son muchas las instituciones científicas, Universidades, Centros de investigación nutricional, departamentos de nutrición y bromatología de grandes hospitales públicos y privados, etc., quienes sí lo consideran como tal. 

 Análisis del licopeno 

El término “licopeno” tiene su origen en los nombres latinos del tomate, Solanum lycopersicum o Lycopersicum esculentum.
El licopeno es un pigmento vegetal, soluble en grasas, responsable del color rojo o anaranjado que presentan algunas frutas y verduras, siendo el tomate uno de los alimentos más ricos en esta sustancia.
Pertenece a la familia de los carotenoides como el ß-caroteno, compuestos poliisoprenoides sintetizados por plantas, algas y microorganismos fotosintéticos, sustancias que no sintetiza el cuerpo humano, por lo que sólo podemos obtenerla a través de la alimentación, de la ingesta de esos vegetales. 
Es la forma acíclica del β-caroteno. Se trata de una estructura altamente insaturada, conteniendo 11 dobles enlaces conjugados y 2 sin conjugar. Este hecho hace del él una sustancia muy poco volátil pero altamente inestable, de modo que sus dobles enlaces pasan con enorme facilidad de trans (forma termodinámicamente más estable presente en tomates frescos) a alguna de las 
Se compone de una cadena alifática (carbono e hidrógeno) formada por cuarenta átomos de carbono con diez dobles enlaces conjugados, con lo que comporta activamente uniéndose a lípidos (lipofílico).
La fórmula molecular del licopeno (C40H56, PM= 536.88 g/mol) fue determinada por primera vez en 1910 (Willstatter y Escher, 1910), siendo presentado el licopeno como un isómero de los carotenos.

 El aceite de oliva virgen extra con licopeno como alimento funcional.  

No existen dudas acerca de las numerosas bondades salutíferas del aceite de oliva virgen extra (AOVE) y del reconocimiento de varios de sus componentes como “ingredientes bioactivos con propiedades saludables”, pero por definición, los alimentos funcionales han de ser “alimentos tradicionales a los que se han añadido uno o varios ingredientes bioactivos, no contenidos de forma natural en el alimento en cuestión, que posean una determinada actividad biológica capaz de afectar de modo positivo al desarrollo de los mecanismos biológicos corporales relacionados con ciertas enfermedades, fundamentalmente cardiovasculares, inflamatorias, neurodegenerativas y tumorales.”(Calvo, Gómez, López y Royo, 2011), por lo que no podemos incluirlo como un alimento funcional, salvo que contenga un ingrediente añadido que posea esas propiedades aceptadas oficialmente por los organismos competentes.
De acuerdo con el enunciado facilitado por la UNED para la elaboración de este trabajo, no debemos centrarnos en el estudio del AOVE ni de sus múltiples propiedades ya que ese ha sido motivo de otros trabajos previos y es de público conocimiento la larga lista de aplicaciones que tiene este producto tradicional gracias a sus diversos ácidos grasos monoinsaturados, fitoquímicos como terpenos, clorofilas, tocoferoles, esteroles y otros compuestos fenólicos con carácter antioxidante.
Por otra parte, en el capítulo de este trabajo dedicado al estado de la cuestión respecto al licopeno, mostramos como éste, independientemente de las propiedades salutíferas que se le atribuyen por parte de instituciones y profesionales de máximo prestigio, aún no está reconocido como “producto con propiedades saludables”, algo que quizá se deba a cuestiones de protocolo de reconocimiento talescomo el diseño de los procesos de obtención de los ingredientes funcionales, la caracterización química de los ingredientes, la caracterización in vitro de la actividad biológica de los ingredientes respecto a su biodisponibilidad tanto solo como en la matriz alimentaria, la aceptabilidad, calidad y seguridad del alimento, la realización de estudios preclínicos en animales de experimentación o los estudios clínicos del metabolismo y de las proteínas. De todo lo anterior se desprende que se puede  afirmar que el AOVE con licopeno, no es un alimento funcional (al menos oficialmente según el Registro General Sanitario de Alimentos) aunque, por otro lado, la Acción Concertada FUFOSE (Functional Food Science in Europe) de la Comisión Europea, presentó como definición de Alimento Funcional aceptado en Europa con carácter general: “Un alimento puede considerarse funcional si se demuestra que, además de sus efectos nutritivos, afecta beneficiosamente a una o más funciones del organismo humano de modo que mejora el estado de salud y reduce el riesgo de contraer enfermedad”. 
A mi entender, y mientras el licopeno no sea reconocido como ingrediente funcional y a pesar de que el AOVE contenga en sí mismo diferentes componentes bioactivos, como estos son propios del producto, el AOVE con licopeno no puede ser considerado como Alimento Funcional.

Recomendación de su conconsumo dentro de una alimentación saludable. Posibles ventajas y limitaciones de uso. 

Antes de recomendar su ingesta en la dieta, bien a partir de su contenido natural en los alimentos o como ingrediente funcional, deben establecerse unos criterios a la hora de evaluar los compuestos fitoquímicos, con el objetivo de asegurar un efecto beneficioso y seguro. Se debe considerar la estructura química de la sustancia, las principales fuentes que determinan su ingesta, realizar estudios de absorción, distribución, metabolismo y excreción, valorar la actividad biológica y toxicológica, y por último conocer su funcionalidad para ser utilizado como ingrediente.
 
Según citan en el tema 14 de libro de texto de la UNED (Tabernero Urbieta, M, Largo Aramburu, C.y Miguel del Campo, E, 2011) “El fundamento científico debe ser el aspecto principal a tener en cuenta para el uso de declaraciones nutricionales y de propiedades saludables, y las empresas alimentarias deben justificarlas. Una declaración debe estar fundamentada científicamente mediante la toma en consideración de la totalidad de los datos científicos disponibles y la ponderación de las pruebas.” (Consideración nº17, EC, 2006).
 
Es necesario poner en práctica las conclusiones y principios del programa FUFOSE. Por ello, se creó un nuevo programa de Acción Concertada de la Comisión Europea, el Proceso para la Valoración de Soporte Científico de las Alegaciones con respecto a los Alimentos (Process for the Assessment of Scientific Support for Claims on Foods, PASSCLAIM), que tiene como objetivo resolver los temas relativos a validación y verificación científica de alegaciones y la información al consumidor.
 
El PASSCLAIM pretende establecer criterios comunes para evaluar la confirmación científica de las alegaciones de salud y proporcionar la base para la preparación de informes científicos que respalden dichas alegaciones.
 
Aunque no existe una legislación europea con respecto a la seguridad de los alimentos funcionales como tales, los aspectos sobre seguridad alimentaria ya están contemplados en las regulaciones actuales de la UE. No obstante, con respecto a los alimentos sobre los que se alegan atribuciones de salud, es necesario tener en cuenta factores como su importancia dietética global, la cantidad y frecuencia de consumo, las posibles interacciones con otros constituyentes dietéticos, el impacto en las vías metabólicas y los posibles efectos adversos como la alergia y la intolerancia.
 
Hasta el momento, todos los trabajos llevados a cabo, indican que, a dosis razonables, incluso muy superiores a lo que podría considerar una ingesta excesiva, el consumo de licopeno no presenta alteraciones negativas en el organismo, salvo algunos trastornos que exponemos en el siguiente capítulo y que suelen ir ligados a patologías gastrointestinales previas. Esto siempre hablando de altas concentraciones (comprimidos) impensables en el consumo del AOVE con licopeno. 

¿Qué tipo de alegación podría proponerse 

Antes de que un producto pueda ser reconocido como componente nutricional, deben cumplirse diferentes protocolos establecidos por organizaciones como la EFSA y uno de ellos es abrir un periodo de alegaciones por si pudiera haber, desde efectos secundarios en su administración, hasta normativas específicas para su extracción que pudieran ser nocivas en su posterior consumo. En este aspecto hay que reseñar que la estructura molecular del licopeno es muy inestable, lo que implica un alto grado de dificultad en su manipulación y por tanto hay que definir específicamente los métodos de obtención a partir de la materia prima sin que ningún aditivo pueda alterar sus propiedades salutíferas. Incluso deben cuidarse los sistemas de transporte de los tomates par evitar exposición al sol o a elevadas temperaturas que degradarían sus componentes. 
En otro orden de alegaciones, Drugs.com advierte que el consumo de licopeno en cápsula puede producir trastornos gástricos (hiperacidéz, nauseas, vómitos, etc.), diarrea o distensión abdominal, decoloración de la piel, y reacciones alérgicas. En este sentido se han comprobado reacciones de irritación intestinal y muy particularmente en casos de diverticulitis, por lo que el PASSCLAIM deberá valorar hasta qué punto estas controversias o advertencias son ciertas para validar, o incluso hacerlo con restricciones, el consumo del licopeno como aditivo saludable.  
Recordemos que las alegaciones de salud de un alimentos funcional, tanto a favor como en contra,  deben ir respaldadas con la necesaria evidencia científica que exige realizar estudios clínicos en humanos controlados y aleatorizados. 
El Tema 14 de libro de texto UNED (Tabernero Urbieta, M, et al., 2011, pags 336-348), se describe puntualmente los distintos procesos y criterios de evaluación y valoración científicos de las alegaciones.

Estrategia de comunición de AOVE con licopeno 

El primer paso de una campaña de divulgación (podemos llamarla publicidad), es definir el perfil de la población a quién va a ir dirigida para poder establecer el lenguaje óptimo de transmisión. Un mismo producto ha de venderse con diferentes lenguajes a un sector social compuesto por amas de casa, que a otro formado por niños, o a un tercero integrado por licenciados superiores.
En este caso, una de las dificultades es que el publico receptor es prácticamente toda la población, salvo sectores marginales que representan, afortunadamente, un porcentaje mínimo de la sociedad española. 
Es importante prescindir del lenguaje “políticamente correcto” durante el análisis de las estrategias, porque el objetivo es que la campaña sea lo más efectiva posible al menor costo económico y personal. Hablar de amas de casa y de licenciados universitarios, no debe interpretarse con carácter vejatorio, en absoluto, pero son colectivos con percepciones muy diferentes de un mismo mensaje. Por ejemplo, en el caso del ama de casa, si escucha las palabras “antienvejecimiento” o “antiarrugas”, su atención habrá sido captada y a partir de se puede establecer la comunicación. Por el contrario si un licenciado universitario escucha la palabra “antioxidativo”, aunque venga a ser prácticamente el mismo concepto, esta segunda forma le despertará el interés y la conexión se habrá iniciado.
 El principio fundamental del marketing consiste en crear una necesidad y, a partir de que haya una nube de población que demande ese consumo, ofrecer el producto que actuó desde el principio como motor del proyecto.
Otra vía más lenta y compleja es la implantación social del producto, aunque suelen usarse atajos como el uso de un producto de consumo popular que de algún modo sirva de sustento para la introducción de esta novedad como sustituto del ya usado.
En este sentido nuestra cultura dispone de diferentes platos tradicionales que hemos descrito en el apartado anterior (ensalada de tomate, gazpacho, salmorejo, salsa de tomate frito, zumo de tomate aliñado, pisto, etc.)
Los mensajes han de ser muy visuales (ver Anexo, imágenes nº 1, 2 y 3), ensalada de tomate, salsa de tomate, pasta con tomate frito, y, complementariamente, una pequeña leyenda que indique las virtudes del licopeno y los contenidos de este carotenoide en las diferentes presentaciones del producto, tal y como propongo en la siguiente tabla.
Estamos hablando de la implantación del concepto licopeno en el lenguaje doméstico como paso previo al asalto del producto AOVE con licopeno. Es más fácil explicar que una salsa de tomate frito que se añade a guisos, pasta, y mil platos populares, contiene una importante cantidad de una sustancia saludable y preventiva de enfermedades graves como el cáncer, que trasmitir la idea de que un AOVE de color rojo y sin apenas sabor diferente al zumo de oliva, que cuesta cinco veces más que uno convencional, nos puede proporcionar esa ayuda alimentaria. 
La gran población desconoce la existencia de los carotenoides y sus propiedades, pero sí es receptiva a todo tipo de complementos alimentarios naturales, sobre todo si está al alcance de su mano prepararlos fácilmente y sin el menor riesgo, como es el caso de la salsa de tomate ya citada, un producto de consumo familiar en la dieta doméstica, incluso en la llamada “mediterránea”, que poco a poco vuelve a cobrar importancia en nuestro país.
 
Alimento
Porción
Contenido licopeno
Puré de tomate en conserva
100 ml
21,6 mg
Pasta de tomate en conserva
100 ml
30,6 mg
Zumo de tomate
100 ml
9,2 mg
Salsa de tomate en conserva
100 ml
13,6 mg
Sopa de tomate en conserva
100 ml
5,2 mg
Tomate en conserva
100 ml
4,0 mg
Tomate crudo
100 gr.
2,4 mg
Ketchup
cucharada sopera
2,5 mg
Sandía
100 gr.
4,5 mg
Pomelo rosa/rojo
100 gr.
1,4 mg.
           
Tabla 1 Cantidades de licopeno en las diferentes presentaciones del tomatey frutas
Fuente::http://www.passeportsante.net/
 
 
Variedad comercial
mg/100g pf
Ramillete
3,04
Daniela
3,39
Canario
4,68
Rambo
3,14
Durina
6,11
Pera
6,05
Senior
3,17
Liso
1,77
 
Tabla 2Cantidades de licopeno en las diferentes variedades comerciales de tomate
Fuente: Revista Anales de Veterinaria de Murcia.

 Bibliografía general
 

Aranda Alonso, C (2012): Aranda Alonso, C (2012): Análisis cualitativo y cuantitvo de licopeno y ácido ascórbico en tomate y fresa, en presencia de microorganismos endófitos. Trabajo fin de máster en Biotecnología avanzada. UMA/UNIA, Facultad de química de la Universidad de Sevilla 
Calvo, S., Gómez, C., López, C. Royo, M.A. coord. (2011): Nutrición, salud y alimentos funcionales. Madrid. UNED.
Bojórquez, R.M., González, J. y Sánchez, P.( 2013): Propiedades funcionales y beneficios para la salud del licopeno. Nutrición Hospitalaria. Volumen28 (1). 6-16

Webgrafia 

European Food Safety Authority: The setting of nutrient profiles for foods bearing nutrition and health claims pursuant to Article 4 of the Regulation (EC) No 1924/2006 - Scientific Opinion of the Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies. Consultadoel 10 de mayo de 2014. http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/644.htm
Gouvernement de Canada (n.d.): Aliments fonctionnels et produits de santé naturels. Consultado el 5 de mayo de 2014.
International Life Sciences Institute : Nutrient Require. Consultado el 12 de mayo de 2014. http://www.ilsi.org/Europe/Pages/TF_NutrientRequire.aspx
Université de Montréal (2014): Les aliments fonctionnels. Consultado el 5 de mayo de 2014.
Anexo
 La Doctora Sánchez Mata es Licenciada y Doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Profesora en el Dpto. de Nutrición y Bromatología II (Bromatología) de la Facultad de Farmacia de la UCM
Drugs.com es una enciclopedia farmacéutica online que facilita información sobre medicamentos a consumidores y profesionales del mundo de la sanidad. La página facilita información procedente de Cerner Multum, Thomson Reuters, Wolters Kluwer Health, U.S. Food and Drug Administration (FDA), Physicians' Desk Reference, A.D.A.M., Stedmans, AHFS, Harvard Health Publications, North American Compendiums y PharmaLive, & Healthday.
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Post Data: Algunos meses después de colgar en esta web mi Proyecto Fin de Curso sobre las propiedades del licopeno en AOVE como posible alimento funcional, Don Eduardo Sabio Rey, Profesor Titular de la Escuela de Ingenierías  Industriales (Badajoz) de la Universidad de Extremadura, se puso en contacto conmigo para ponerme al corriente de sus trabajos al respecto. Él fue el inventor del sistema de extracción fluido-mecánica del licopeno utilizando exclusivamente tomates y aceite de oliva y es en la actualidad el propietario de la patente mundial del procedimiento (World patent: W0 2006/111591) que a nivel industrial está utilizando la empresa Tomates del Guadiana Soc. Coop.

En la actualidad es la empresa Vianóleo, S.L. quién utiliza esta patente para producir el Lycolive, la principal marca de AOVE con licopeno de España.
El profesor Sabio me envió importante documentación de conferencias y publicaciones científicas acerca de las propiedades salutíferas del licopeno que por razones de extensión no puedo colgar en esta ya de por sí abultada página pero que puedo facilitar a quién me la solicite por correo electrónico.

 

Escrito por el (actualizado: 20/05/2015)