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Sardinas para el turismo

 
Publicado en el diario El Progreso, año 1993.
 

En ese encantador libro del maestro D. Alvaro Cunqueiro llamado "A Cociña galega", nos decía el gran gastrónomo: "Unha sardiña de xullo ou de agosto, poño por caso, está perfecta para asar, ten a grasa todo punta, e dáa xenerosamente no pan trigo, na boroa, ou no cachelo que se unta dela.", y es que quizás sea este pescado uno de los manjares más deliciosos que el mar nos regala cada verano.

Yo recuerdo que siendo muy niño, cuando salíamos al fin de vacaciones huyendo del espantoso calor de la capital, mi padre (q.e.p.d.) que era un gran gourmet y un auténtico sibarita que apenas si sentaba a una mesa que no tuviese un mantel de hilo perfectamente almidonado, al ver el Cantábrico se le hacía la boca agua tan solo en pensar en los espetones de sardinas y no tenía reparo en parar en cualquier chamizo con tal de poder comer unas sabrosas sardinas asadas.

Decía Cunqueiro, y con toda la razón del mundo, que las sardinas se deben asar con tripas y escamas por estas preservan la carne del fuego y si están bien cocinadas se churrascan hasta el punto de que al comerlas apenas se notan.
Y personalmente prefiero retirarles la piel aunque no sea más que por el deslumbrante espectáculo que ofrece su carne grasienta y brillante al levantar el tostado manto de su piel.

Pero desgraciadamente este supremo placer de poder comer sardinas al borde del mar, cada día se está haciendo mas dificil en nuestra mariña, concretamente hace un par de días que vino un compañero restaurador de Valladolid y tenía el capricho de ponerse las botas del plateado teleósteo, recorimos todos los bares de Ribadeo y tan solo en uno encontramos una docena que quedaba casi por casualidad.

- Están locos, me decía, pero como no pueden entender que para comer chipirones congelados o gambones de Mauritania, nos los comemos en casa. Se están cargando el turismo. Pero si lo que queremos los que venimos de fuera es precisamente esto, las cosas sencillas, frescas y típicas de la zona. De centollos y cigalas ya estamos hartos y encima tal y como están los bolsillos este año, a ver quien se mete cada día una mariscada con la familia. Convéncelos Pepe, que van por mal camino, así no salen del agujero y este año ya le están viendo las orejas al lobo.
Yo me encojí de hombros y tan solo le apunté que llevo dos años dando la voz de alarma y ahora que ya llegó el fuego y que se ha visto que el fracaso del 92 no fue por culpa de la Expo y que eso de que con el Xacobeo iban a llover los turistas, ya de poco sirve hacer astillas del arbol caido.

Yo solo recomiendo que coman sardinas, son buenas para el colesterol y están muy ricas.

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Escrito por el (actualizado: 29/05/2015)