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Centenario de la destilería Los Serranos

 
Publicado en la revista Sobremesa, año 1995.

Celebrar el centenario de una empresa puede resultar un acto más protocolario que informativo periodísticamente hablando, sin embargo cuando esta empresa lleva cien años fabricando licores y aguardientes exclusivamente mediante la destilación de productos naturales como son las frutas y la sidra, el acontecimiento se convierte en noticia porque desgraciadamente las sobremesas españolas se han convertido en esta última década en un verdadero escaparate de mariconadas sintéticas con nombres anglosajónes y fabricadas vaya usted a saber donde.

Hace unos diez años irrumpíó en España el aguardiente de pera Williams, una verdadera delicia pero que costaba un ojo de la cara porque se elaboraba mediante la destilación de mostos fermentados, o sea de vino de pera.
Luego llegaron los sucedáneos y algunos clientes se asombraban de como una copa de aguardiente de verdad, por aquel entonces tampoco se llevaba esa moda de los chupitos, costaba 1.000pts, mientras que una de esa nuevos licores "ligth" se servía a 100pts.
Hoy esos sucedáneos, licores sintéticos, han ganado la batalla y quizás socialmente sea justo porque así cualquiera puede endulzarse la boca con un chupito de manzana, pero gastronómicamente es una verdadera aberración, una infamia.
Sin embargo Emilio Serrano es uno de esos Quijotes que aun se pasean por los caminos con su lanza en ristre en busca de gigantes camuflados de molinos y si bien se ha llevado más de un revolcón por defender el honor de su Dulcinea licorera, también hay que decir que ha hecho blanco en alguna ocasión dejando al Goliat de la administración con sus partes al aire.
En su destilería familiar de Collera, Emilio y sus hermanos preparan auténtico Calvados, o sea brandy de sidra y de una calidad tan excepcional que presentado ante el comité de análisis enológicos de la CEE, en el 1989 consiguió brillantemente superar las pruebas para lograr la inscripción oficial del Aguardiente de sidra de Asturias junto a los ya famosos Calvados y Eau-de-vie de cidre de Bretagne, Maine y Normandie ( Diario oficial de las Comunidades Europeas, Nº L 160/16 del 12/6/89).
Nadie le apoyó en su gesta, nadie le financió sus costosos estudios del producto ni le facilitó la gestión burocrática, pero Asturias ya tiene a su alcance una denominación de origen europea y con una normativa estricta de calidad.
Claro que ahora quieren subirse al carro muchos espabilados que intentan presionar a Los Serranos para que transijan con la flexibilización de las normas de calidad que el superó, pero Emilio exige al Indo que estas se cumplan si quieren abrir una D.O.: "Si quieren aprovecharse de todo mi trabajo y mi inversión yo se lo pongo a su disposición, pero cumpliendo a raja tabla las condiciones de calidad. Si quieren vender basura sintética amparada por una D.O. fraudulenta, que vayan a buscar primos a otra parte."
Cada año Emilio recorre toda España para comprar sus guindas (el anis de guindas es una de sus especialidades) avellanas, manzanas y melocotones, que luego pondrá a macerar en depósitos de acero dotados de la más avanzada tecnología.
También compra sidra a los lagareros de la Nava y de Villaviciosa que luego destila pacientemente en los mismos alambiques de cobre que hace cien años su abuelo instaló en la preciosa aldea del concejo de Ribadesella y después deja reposar esas holandas en barricas de roble hasta que adquieren su clásico color natural de brandy, lo que se conoce como Calvados. Para cada litro de Calvados hecen falta seis de sidra, lo que hace de este aguardiente un brandy de alto precio, pero lo bueno se paga y como dice Emilio: "En una comida por la que pagas mil duros ¿como es posible que te regateen las diez pesetas de diferencia que puede haber entre un aguardiente natural de los míos y uno de esos sintéticos con que suelen obsequiarte?"
Pues sí D. Emilio tiene usted razón, es como colgarle a un santo dos pistolas, pero en nuestra hostelería pasan cosas muy peregrinas. En cualquier caso y creo que en nombre de todos los aficionados a la buena mesa, acepte usted mis felicitaciones por este centenario y por favor, siga usted haciendo aguardientes naturales con guindas de verdad, manzanas, avellanas, melocotones o lo que pille, pero como hasta ahora, a golpe de alambique, con calma y sin frasquito.


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Escrito por el (actualizado: 17/01/2010)