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Pollo relleno de manzanas

Pollo relleno de manzana
 
Pollo relleno de manzana

Diciembre 2011

INGREDIENTES (4 personas) 

1 Pollo hermoso cebado con maíz
1 Manzana

1 Loncha gruesa de jamón serrano

1 Calabacín

6 ajos

1 cebolla

1 vaso de manzanilla o fino

Dicen que cuando el diablo se aburre con el rabo mata moscas, bueno pues algo así me pasa a mí con los pollos, me refiero a los que venden en los súper, porque me dan tanto asco, que ya no sé como disimular ese repugnante olor a pienso que desprenden cuando se asan (en Ribadeo viví encima de una carnicería que los miércoles ponían ese macabro invento que los catalanes bautizaron como a “l’ast” , y todavía no me he sacado del cuerpo ese pestuzo).

En esta ocasión la motivación fue más noble porque el día de Navidad quería regalar a mi querida Elena con una comida amable y claro, como para dos no iba a preparar un pavo, pues elegí un pollo bien cebado, pero pollo al fin y al cabo.
El caso es que rucando, rucando, pues mi magín ideó esta sencilla combinación que al final resultó realmente sabrosa. Bueno, mi caletre y lo que había en la carnicería, porque mi idea era atiborrarlo de hígado de pato, pero en el pueblo no había más que manzanas y calabacines, y como en Nochebuena no pensaba ni pasar de lejos por el Corte Inglés, pues ¡La imaginación al poder!

La receta 

El calabacín, los ajos y la cebolla no formaban parte del relleno sino de la salsita, que estaba de muerte, pero bueno, había que picarlos igualmente.
La manzana la lavé bien para usarla con piel (si fuera del país, con un poco de agua basta, pero las compradas llevan ceras protectores que son como imanes para todo tipo de bacterias, virus y otras porquerías, así que hay que darles con el estropajo y detergente), y la piqué al tamaño de dados de póquer.
El jamón ya iba más fino, como guisantes, y también le puse un poco de pan de maíz, pero eso no lo digo en los ingredientes porque no es fácil de encontrar (pregunten a algún celiaco y verán). Con este picadillo, a través del orificio caudal, rellené el interior del animalito que no dijo ni pío, y eso que después de haber sufrido un examen rectal, les aseguro que da como cosa.
Coloqué la víctima en una fuente de horno (quizá debería haber suturado el túnel de entrada, pero no lo hice porque ya me daba repelús y lo cierto es que no pasó nada desagradable), la salé y deposité la cebolla picada y el calabacín cortado en medias lunas a su alrededor. Lo bañe con la manzanilla y al horno, a 180ºC hasta que empezó a coger un bonito color dorado. En ese momento le di la vuelta, con cuidadito porque había soltado juguito y estaba nadando, y así siguió hasta dorarse por la otra parte.
Listo. Bueno la verdad es que lo asé la víspera y así quedó toda la noche en el horno, porque eso de cocinar por la mañana, no sé porqué, pero siempre me agobia. 

  Como era un día especial, pues nos lo zampamos con una botella de Cirsion del 2006, que por cierto no resultó tan divina como esperaba, pero como no me parece prudente recomendar vinos de a 130€, pues les diré que el vino que a mí más me gusta con el pollo es el albariño, como un Mar de Frades, que está muy rico y además, si estamos en un garito, despierta la envidia cochina de los de la mesa de al lado.

Escrito por el (actualizado: 29/11/2013)