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Pastel de patatas y avellanas, sobre picadillo de foie

Foto del pastel original de patatas y avellanas, sobre picadillo de foie
 
Foto del pastel original de patatas y avellanas, sobre picadillo de foie

Mieres a 20 de diciembre de 2018

INGREDIENTES 

·   2 patatas Kennebeck
· 100g de avellanas 
·  200g de carne de cerdo picada
·  100g de foie de pato fresco
·  1 cebolla y 1 zanahoria
·  1 limón
·   50g de mantequilla
·   canela, nuez moscada, pimienta y sal

 

Esto es lo que los british llaman Cottage Pie” (pastel rústico), un plato que se popularizó en el siglo XVIII, me imagino que con la explosión del consumo de patas en el Reino Unido, aunque sin hígado de pato ni avellanas, claro.
Hoy es casi plato nacional argentino, concretamente mendocino, pero, a la carne, se le pone salsa de tomate, un sacrilegio para el foie, pero claro, ellos no lo usan.
En realidad yo tampoco debería haberlo hecho, porque, al calentarse durante algún tiempo en el guiso, se funde convirtiéndose en grasa líquida, lo cual es un crimen. La próxima vez haré el picadillo de carne del mismo modo, y luego pasaré un filete de foie por la plancha, que serviré en el último momento encima del pastel.

 

Elaboración 
Empezamos por cocer las patatas con piel, hasta que estén en su punto (se ve clavando una punta en la carne).
Pelamos las avellanas. Para ello, una vez sacadas de la cáscara, se ponen en una bandeja de horno y se tuestan a 180ºC durante 15 min. Se sacan a un paño seco y se restriegan unas contra otras, así se les caerán las cascarillas.
Las picamos bien fino en la picadora eléctrica y depositamos en un bol donde haremos nuestro puré. Pelamos las patatas y las aplastamos con algún artilugio que tengamos para ese menester. Se ralla la piel de un limón (solo lo amarillo porque lo blanco amarga) y aún calientes, se añade la mantequilla. Se remueve todo bien hasta tener un hermoso puré de patatas y avellanas. Si está demasiado duro, se alarga con un poco de leche hasta obtener el tacto deseado.
Para el picadillo, pelamos la cebolla y la zanahoria. Se pochan muy despacito en mantequilla.
Mezclamos la carne picada con las especias y salpimienta (con mesura las especias) y se rehoga un poco con la cebolla y la zanahoria. Esto es solo para eliminar el posible exceso de agua de la carne, de modo que si no suelta, paramos la operación.
Ponemos en una bandeja de horno este picadillo bien extendido, encima una capa de puré de patata y avellana, y espolvoreamos generosamente con el queso.
De esta guisa se mete en el grill del horno hasta que se dore.

Al momento de servir, pasamos nuestros medallones de foie por la parrilla, solo lo que es marcarlo por ambas caras y, al servir el pastel, ponemos encima el hígado. En caso que saquemos la fuente de horno a la mesa para servir a la francesa, el foie se pone en una bandeja aparte para que cada comensal se sirva al momento. Esa es la mejor forma para evitar que se funda.
Podemos acompañar este plato con una rica Ensalada de zanahorias moradas con celerí y crema de Roquefort o la que más nos guste.

 

 

Maridaje

Este plato admite un buen vino, y ya aque ponemos un producto de lujo como es el foie, pues no desmerecería un buen reserva de la Ribera del Duero o de Toro, de esos densos y golosotes que tanto me gustan.
Tampoco desmerecería un buen blanco, por ejemplo, uno de esos perfumados navarros de uva Chardonnay, fermentados sobre sus lías en barrica de roble francés y con tres meses de crianza. Son una golosina, y con una potencia aromática que solo permite que se sirvan con platos de mucho peso.

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