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Patatas con alioli

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Patatas con alioli
Patatas con alioli

Mayo 2007

Si la receta del alioli ya era una simpleza, esta de patatas con alioli roza lo absurdo, pero como en Internet viajan con gran éxito recetas mucho más necias, pues yo ya he perdido el sentido del ridículo y he aquí mi versión, eso sí, deliciosa.

Antes de entrar en materia, he de alertar sobre algunas de esas bazofias que solemos encontrar en muchos bares españoles (en España esta tapa es tan popular, que hasta la cadena McDonald’s las vende en todos sus despachos), en los que el ranchero de turno saca unas patatas de la freidora, las rocía con un bote de salsa industrial y nos las pone como si tal cosa.

Las patatas con alioli son cocidas, no fritas, pero sobre todo, la salsa debe ser preparada por nosotros, caramba, que tampoco cuesta tanto, y las prefabricadas saben a pócima de farmacia con azúcar.

La receta. Preparación 

Patatas con alioliBien cierto es que unas buenas patatas, fritas en aceite de oliva limpio, son una delicia que admite un alioli, una salsa brava o cualquier otra (siempre que no sea industrial, claro), pero la receta ortodoxa, tal y como la hemos comido mil veces de tapa en los bares del Madrid castizo o de Andalucía, son hervidas.

Aunque cocer unas patatas no tiene misterio, para aquellos jóvenes que caigan por primera vez en mis garras a través de esta receta, les diré un par de cosas.

Primera, deben lavarse bien (llevan conservantes químicos y como van sin pelar, pues siempre es malo), sumergirlas (sin pelar, porque ahí hay parte del sabor y las escasas vitaminas y minerales que tiene este tubérculo) en abundante agua (no solo que las cubra, sino que naden con holgura) con sal y un cuarto de cebolla (yo siempre les pongo una hoja de laurel).

Segunda, deben cocerse sobre 15/20 minutos a borbotones (cuidado de que no se evapore el agua), luego dejarlas enfriar otro tanto en el agua y después, en seco, hasta que queden completamente frías, por lo que conviene contar con sus buenas dos horas antes de su uso.

Una vez frías, se pelan y se cortan al centro, cada trozo otra vez al medio y cada cuarto al medio o en tres, según sean de tamaño.

Ya solo falta rociarlas con el alioli y decorarlas con alguna ramita de perejil, orégano o la hierba aromática que hayamos usado en la salsa.

Variaciones de la receta 

Si queremos deslumbrar ya definitivamente a nuestros invitados, podemos enriquecer nuestra salsa con un picado de huevo duro y anchoas, incluso con unas tostaditas al ajo como adorno final.

Bebidas recomendadas 

Para beber, cerveza, o cava, si queremos ir de finos. Bueno, una buena manzanilla, que con el ajito, sabe a gloria.

Escrito por el (actualizado: 16/10/2013)