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Patatas con salsa brava de jalapeños

Patatas con salsa brava de jalapeños
 
Patatas con salsa brava de jalapeños
Patatas con salsa brava de jalapeños

Mieres a 7 de Abril de 2019

INGREDIENTES 

· 3 Patatas viejas
· 1 cebolla grande
· 4 dientes de ajo
· 3 jalapeños
· 50g de anacardos o cacahuetes
· 1 vaso de vino blanco rancio, 1/2 de vinagre y un limón.


La idea la motivó un anuncio en que la estrafalaria Alaska, que es mexicana, decía que, cuando estaba en su país, echaba de menos la Gran Vía y las Patatas bravas. Hay que ser hortera para echar de menos un antro como es la Gran Vía de Madrid, y tonta del culo para añorar las bravas en un país como México, porque si estuviese en Reikiavik o en Sapporo, pues lo entendería, pero en la cuna de los moles, hay que ser chorra.
En esta web ya tengo la receta castiza en Patatas bravas , pero se me ocurrió hacer una con jalapeños, una pasión que tengo desde niño.
Tomé la precaución de quitarles las pepitas para que picase menos (Nº 7 en la
Scoville Heat Units, que califica los picantes de 1 a 17), aunque la conserva ya difunde el picante. Aun así, las guardé en un pocillo porque, si quedaba desaborida, podría alegrar una parte para mí, y dejar la suave para mi mujer que no tolera el picante.

 

Elaboración 
Empezamos por picar y poner a dorar la cebolla cortada en brunoise, aunque sin molestarse mucho porque luego la vamos a pasar. Añadimos los dientes de ajo picados y dejamos cocer hasta que quede blandita, porque no hace falta que se dore.
Mientras, podemos ir lavando las patatas y picándolas en dados gordos. Se salan y dejan sudar.
Preparamos los jalapeños partiéndolos en cuatro y retirando las pepitas, solo usamos la pulpa.
Añadimos los jalapeños y los anacardos al sofrito, dejamos cocer fuerte unos minutos, regamos con el vino y el vinagre, otro hervor fuerte y a reposar (no es bueno triturar las salsas en caliente). Cuando esté más templada, se tritura en la batidora a plena potencia y se cuela para eliminar pieles y tropezones.
La salsa está lista, pero hay que probarla por si está sosa o, sobre todo dulce debido a la sacarosa de la cebolla, lo que se corrige con el zumo de limón.
Freímos las patatas en AOVE no muy caliente para que se hagan por dentro. Cuando casi estén, se les da un golpe de calor para que doren y expulsen el posible exceso de aceite, y listo.
Se presentan en una fuente, rociadas de salsa y con algunos palillos clavados para incitar a los invitados a meterle mano.

Maridaje

Lo más castizo, rico y hasta mexicano, sin duda es la cerveza.
Yo las probé con un cava que había abierto para comer, y no estaba mal, más elegante, pero menos informal, y este es un plato de tapeo, de golfería.

 

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