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Gulas en ensalada

Ensalada de Gulas
 
Ensalada de Gulas
Ensalada de Gulas

Diciembre 2009

INGREDIENTES (4 personas) 

1 Kg de gulas
2 cogollos de Tudela

50 grs. de jamón ibérico

½ limón

2 cucharadas de mahonesa

2 dientes de ajo

½ guindilla

aceite de oliva refinado

salsa Perrins (Worcester)

Tabasco

Antes de entrar en faena, he de puntualizar que siento cierto asquito por estos productos sintéticos elaborados con detritus de pescados y que, aunque con diferentes formas, no dejan de ser lo que genéricamente se conoce como Surimi (すり身), Kamaboko(蒲鉾), o Kanikama (カニカマ).

En realidad se trata de una preparación japonesa muy antigua, aunque su proceso industrial se inició en los años sesenta por el señor Nishitani Yōsuke, del Instituto Pesquero Experimental Hokkaido, con el fin de aprovechar los excedentes de abadejo que pescaba la flota nipona en Alaska.
Si analizamos el costo de las llamadas “Gulas” respecto a su materia prima, realmente es un timo colosal, pero como en realidad lo de comer angulas auténticas es otra horterada, pues al menos con estos fideitos no esquilmamos un recurso natural que está en vías de extinción.
Reconozco que fui un verdadero angulófago, pero de pequeño, cuando tenía poco seso y las rías cantábricas rebosaban de estos pececillos. Cuando empecé a tener algo de sentido común y su precio se puso solo a la altura de los constructores y especuladores inmobiliarios, pues ya me declaré detractor. 

La receta 

A pesar de todo lo dicho, he de reconocer que esta receta me supuso una notable satisfacción, porque cuando las probé, a pesar de la repulsión que me provocaba el producto, pues creo que conseguí hacerlo más que comestible.
Empecemos por lavar los cogollos y cortarlos en juliana. Luego se aliñan con la mahonesa y se colocan en los platos haciendo una orla.
En un bol grande, ponemos un buen chorro de aceite de oliva, los ajos y la guindilla, todo picado muy fino, casi microscópico, el jamón en tiritas como confeti, el zumo del limón, y las salsas Perrins y Tabasco.
Batimos bien y metemos los fideillos esos de pescado, procurando remover bien, pero sin prisa, para que tomen el aliño.
Luego se colocan en el centro de las orlas que habíamos hecho de lechuga, y se sirve frío.
En realidad el surimi es un producto insípido que ha de ser saborizado sintéticamente con glutamato y otros aditivos inconfesables, por lo que este cúmulo de potingues no enmascara nada reseñable y, como ya he dicho, a pesar de no ser amigo de estos inventos, he reconocer que esta receta salió resultona.

  No cabe duda de que este invento es muy popular y de precio asequible, pero no por ello deja de ser un plato de fiesta. Hortera, pero de fiesta, así que, como no podía ser de otro modo, pues acompañémoslo de un buen cava, que es el vino festivo por excelencia. Para este plato cualquiera es bueno, pero como ya he dicho que yo disfruté con él, pues ese día lo probé con un Agustí Torelló Mata Gran Reserva , una apuesta segura y de buen precio, y aunque el cava estaba mucho más delicioso que el plato, pues el resultado general fue más que satisfactorio.

Escrito por el (actualizado: 06/04/2014)