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Sopa de albóndigas

Sopa de albóndigas
 
Sopa de albóndigas
Sopa de albóndigas

Publicado solo en gallego en el libro A Cociña do Inverno, de la colección Cociña Galega das Estacións, año 1995.

Una de las costumbres que se han perdido recientemente en las casas de nuestras aldeas y ciudades, es la de las albondigas, sin duda por recelos hacia su origen.

Sin embargo no hay que confundir desperdicios con aprovechamiento de sobras, clave del éxito de una buena administración doméstica y señal de buena planificación.

Este tipo de sopas limpias, tan transparentes que parecen consomé, con albondigas dentro, fue muy habitual en nuestro país hasta hace algo más de un siglo, luego desapareció y hoy día solamente se conserva en Alemania (Fleischknödel-Suppe) y sus paises vecinos, y es una pena porque son deliciosas, muy sanas y permitan un sinfin de recetas diferentes sobre una misma técnica.

Puesta en marcha: 

1. Limpieza: Se pelan las zanahorias, los nabos, los puerros y la cebolla. esta se pica menudo, la zanahoria se parte a la mitad, los nabos se cortan en rodajas gruesas y los puerros en arandelas finas.

2. Se ponen los huesos en una cazuela con un poco de aceite y la cebolla picada, se rehoga todo hasta que tome color y entonces se cubre de agua, se lleva a ebullición y se desespuma a conciencia, se deja reposar un poco y cuando se pueda manipular sin quemarse, se sacan los huesos y se reservan.

3. En el caldo que ha quedado de cocer los huesos, que debe ser poco más de un litro, se ponen los nabos las zanahorias y los puerros, se lleva a ebullición durante cinco minutos, se desespuma a fondo y se deja reposar.

4. En un bol se saca el tuétano de los huesos y se mezcla con la miga de pan, el huevo crudo y el perejil muy picado, se salpimienta y se deja reposar un poco.
Con esta masa se preparan unas albondigas del tamaño de una cereza que se pasan por harina y se fríen en aceite bien caliente hasta que queden doraditas.

5. Una vez frías las albondigas, se ponen en el caldo, se añade el eneldo y se deja así hasta el momento de consumir.

Terminación del plato: 

Solo hay que calentarlo a fuego vivo pero sin que llegue a hervir porque el eneldo pierde todo su aroma si se calienta demasiado, además se corre el riesgo de que el caldo se enturbie y uno de los alicientes de esta sopa es su limpieza, tanto de vista como de aromas.
En cuanto a las verduras deben estar enteras, incluso la zanahoria ligeramente crujiente, resulta mucho más agradable así que cuando queda blanda y aunque está muy lejos de recordar a los espesos caldos gallegos tradicionales, es una forma distinta de entender las sopas que cuando se prueba se asombra uno de su riqueza de sabor y aromas.

Guarniciones: 

Se pueden poner unos trocitos de pan fritos al ajo, para ello se cortan unos dados de pan duro y se untan abundantemente de alioli, luego se frien en aceite, se escurren bien y se sirven sobre una servilleta de papel absorbente.

 Vinos recomendados: 

Con las sopas apenas se bebe vino así que se puede tomar el elegido para el segundo plato, a ser posible blanco, el tinto no liga nada bien.

Menús sugeridos: 

  • - Sopa de albondigas de tuetano con verduras
  • - Cigalas con col
  • - Cañas rellenas de crema de limón

Sopa clara de pollo y sus albóndigas.
Para esta receta se puede usar lo que sobra de un pollo cuando se deshuesa, es decir el caparazón completo.
Se prepara un caldo de pollo con las mismas verduras de la receta anterior, en ese mismo caldo se escaldan un par de minutos unos higadillos de pollo, lo justo para que se contraigan y afirmen su consistencia, luego se retiran y se pican finamente con el pan y el huevo como en la receta anterior y se procede de la misma forma haciendo las albondigas, friendolas e incorporándolas al caldo al final.

Sopa de albóndigas de pescado de roca
Partiendo de la estructura de la receta de base, podemos introducir variaciones tan diferentes como llegar a cambiar la carne por el pescado.
En este caso vamos a tomar pescados de roca.
Estos suelen ser blancos y muy sabrosos pero tienen el inconveniente de tener gran cantidad de espinas, lo que provoca el rechazo de casi todos los comensales.
Se escaman los pescados se lavan bien se ponen en ona olla al fuego con un par de litros de agua, se lleva a ebullición y se retiran; cuando se puedan manipular se desprende la carne y con ella se preparan unas albondigas como en la receta anterior y con las cabezas y raspas se vuelven a poner en el agua para dejarlas cocer media hora. luego se filtra el caldo, se añaden las verduras y se prosigue como en la receta de base.

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Escrito por el (actualizado: 09/06/2014)