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Tortilla al ron

Tortilla al ron
 
Tortilla al ron
Tortilla al ron

Publicado en el Diario El Comercio, año 1996.

Hasta hace apenas un par de lustros, pedir una tortilla al ron de postre era cosa frecuente y familiar en la mayoría de los comedores asturianos, sobre todo en el occidente del Principado, y uno de los misterios que rodeaba al plato, era que el chigrero, cuando le pedías una copita de aquel delicioso ron moreno, siempre te decía que era la última botella que le quedaba de todo un cargamente que un tío suyo trajo cuando huyó de Cuba, “...ya saben, por lo de Fidel”.

Nunca supe si era de fabricación casera o si lo traían de contrabando, lo sin duda es cierto es que era más clandestino que una logia durante el franquismo.

En cuanto al postre en sí es laborioso y complicado, sobre todo porque hay que hacerlo al momento y requiere su buena media hora.

Como mejor queda es con pan de torrijas, pero en su defecto podemos usar miga de pan de molde, medias noches o mejor aún bollos de leche, suizos, como se llaman en Madrid.
Se demigan en un bol y se rocían con nata líquida; así deben reposar un rato hasta que estén completamente empapados y cremosos.
Entonces separamos las yemas, las batimos y las incorporamos a las migas, removiendo con cuidado de no romperlas demasiado ya que perderían el aire que aun conservan.
Luego se baten las claras a un punto de nieve bajo, o sea que se pongan blancas pero sin necesidad de que se mantyengan en el agitador o tenedor.
Se junta todo y se añade una pizca de sal para que esté bien sabroso, y un poco de azucar morena.

Lo propio es hacerla con mantequilla o incluso con grasa de cerdo, porque antaño en Asturias el aceite solo se usaba para aliñar ensaladas, pero si se quiere se puede usar este que es más sano, aunque a ser posible de maíz, porque el sabor del de oliva no encaja demasiado bien.

Hay que coger una sartén antiadherente casi nueva, porqueal llevar nata es facil que se pegue y la tortilla se debe hecerse lentamente ya que al ser muy gruesa, podría quemarse en su exterior antes de haberse llegado a cuajar.
Hay quien la hace al horno, pero eso no vale, pierded encanto y presencia.

Al principio debe moverse con una cuchara de madera para ir levantando las partes que se cuajan en el fondo y según veamos que empieza a tomar consistencia, se deja que tome cuerpo por abajo y luego se dobla ya que la forma tradicional ha de ser como una tortilla francesa gorda, como un bañón de rugby.

Rápidamente se saca a la mesa en una bandeja que resista en fuego, no importa que por el interior esté cruda porque con el flambeado se terminará de hacer.

Ya delante de todos se espolvorea con abundante azucar de caña, se rocía con el ron bien caliente, se prende fuego y se va flambeando sin parar hasta que se apague.

   Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. Y recuerde que antes del postre, hay tomar un trocito de queso, a ser posible, uno artesano de las Asturias.

Escrito por el (actualizado: 15/04/2014)