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Natureo

 
Bodega: Torres
DO: Es del Penedés, pero sin D.O.
Uvas: Moscatel de Alejandría
Crianza: No
P.V.P.: 6,50 €
 

 

Extracto del libro La Bodega en casa y sus maridajes, del que pueden ver más pinchando en +
Un blanco sin alcohol
Con el desmadre de los controles aleatorios de alcoholemia, los buenos ciudadanos, los que pagamos los impuestos y respetamos las normas, estamos con el corazón en un puño (los macarras no corren peligro), y así es cada vez más frecuente tener que recurrir a los refrescos o a los productos sin alcohol.

Sin embargo también hay mucho gato por liebre, y no es raro terminar con el estómago hecho trizas por haber tomado una de esas pócimas de sabores indefinidos y composiciones misteriosas.
En esta ocasión Bodegas Torres ha desarrollado una compleja tecnología para evaporar el alcohol mediante un sistema de vacío, pero partiendo de un vino natural, llegando a dejarlo en 0,45%º, lo que supone que ni bebiendo toda una botella daremos positivo en el control.
Creo innecesario decir que la presencia de este vino en nuestra Bodega Ideal no obedece a criterios gastronómicos, sino a las razones policiales ya comentadas, sin embargo, hace algunos meses, hicimos una cata de varios productos de este tipo, y Natureo salió tan destacado, que incluso lo chateamos con placer y, en la vinoteca La Marina de Salinas, donde suelo acudir con frecuencia, hay mucha gente que ya lo pide como cualquier otro blanco de aperitivo (por lo general suelen ser señoras, así que quizás también sea porque es bajo en calorías y así conservan la linea).
Al estar elaborado con Moscatel de Alejandría, es un vino muy aromático y en el proceso de desalcoholización, no se han perdido los acidos, por lo que mantiene una buena estructura, con tonos cítricos en boca que lo hacen muy agradable.
 
Con qué disfrutar de este vino
Disculpen el pobre juego de asociaciones que hago con este maridaje, pero ya que estamos ante un sucedáneo de vino, pues se me ocurrió poner otro sucedáneo de comida, las gulas, que con un poco de buena voluntad y un aliño alegre, pues pueden hacer las delicias de algunos paladares no demasiado exigentes.
Como es lógico no vamos a preparar una merienda en torno a este vino, sino que aparecerá junto a otros de los ya recomendados en este libro, por ejemplo un albariño, y será una deferencia que nuestros invitados conductores o con control de peso, nos agradecerán y se sorprenderán por su calidad.
La verdad es que, bien fresquito, para que se refuerza la acidez, yo lo probé con esta peculiar ensalada, y resultaba bastante agradable, así como con otras menudencias que habíamos puesto para hacer una comida informal de picoteo, que es el escenario donde este vino va a salir con más frecuencia.
Ténganlo también en cuenta a la hora de ir de vinos, porque como ya indiqué, es una forma de poder alternar sin sentirse marginado, a la vez que nos desentendemos de alcoholímetros y hasta de calorías.

 

Escrito por el (actualizado: 03/12/2011)