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Cerrado del Castillo

 
Bodegas Castillo de Cuzcurrita
Tinto reserva
D.O.: Rioja
Añada: 2001
Uvas: Tempranillo.
Crianza: maloláctica en barrica y 15 meses de roble francés
Precio: 25 €
Temp. de servicio: 17 ºC.

Después de haber participado actívamente en la gestación de vinos tan míticos como Terras Gauda, Casa Gualda, Guitián, Traslanzas o el Txacolí Itxasmendi (digo participado porque también andaba de por medio el amigo Pepe Hidalgo), pensé que ya nada podría sorprenderme de la enóloga Ana Martín, pero cuando probé esta nueva criatura, lo cierto es que me quedé bloqueado.

Ana ha superado la moda de los vinazos golosos avainillados (ya saben, cepas viejas, record de IPT, maderas de Chechenia muy tostadas, etc.), que dicho sea de paso, a mi me encantan, pero en este caso, ella ha ido más allá, por decirlo de alguna forma, le ha quitado los adornos a un gran vino.

Bien es cierto que se trata de un vino especial que solo se hará en años particularmente buenos, como ha sido este 2001 y no habrá otro Cerrado del Castillo hasta el 2004, por eso Ana ha buscado que la función de la madera sea la justa para vertebrar el vino, pero sin enmascarar los sabores primarios.

Es un vino relativamente difícil de beber, o mejor dicho, de apreciar en toda su grandeza, porque es mas serio que espectacular (beber se bebe facilísimamente, y sino que se lo pregunten a los camareros de Casa Nora, que los pobres no daban abasto a abrir botellas).

Es nervioso, vigoroso, pero no agresivo, ya que no presenta aristas y su potente acidez queda muy bien integrada en el conjunto que se muestra casi sedoso, aunque ya digo que es un trago potente.

Sería inexcusable no citar al hermano menor, Señorío de Cuzcurrita, otro éxito de Ana Martín que ha sabido cumplir con creces con el desafío que le planteó una  bodega que prácticamente había desaparecido de guías y páginas vinícolas, y que con toda justicia vuelve ocupando los mejores puestos de la crítica.

  La comida que nos pusieron no era precisamente para el lucimiento del vino, salvo las croquetas que sirvieron para hacerlo un poco más tranquilo en boca. No he tenido tiempo de hacer la prueba porque la botella que traje debe reposar un par de meses en bodega antes de volver a ser catada, pero me da la sensación de que para sacarle todo su potencial, debe probarse en compañía de caza de pelo, lomo de corzo, civet de venado, incluso con aves muy potentes como la arcea en salmís.

Escrito por el (actualizado: 13/01/2016)