Cornetes de langostinos
Publicado en el diario Diario El Comercio, año 1999.
No me cansaré de llamar sinvergüenzas a esa legión de editores de libros de cocina extranjeros que, encima de hacer traducciones penosas, no se estiran ni en pagar a un corrector gastronómico, y así, hasta donde aparece la foto de unas cigalas, en la receta dice: langostinos (en francés cigala se dice langoustine, y cigale quiere decir cigarra).
Hago esta salvedad, porque muchas amas de casa desconocedoras del vocabulario cancrológico galo, al acudir a consultar estos preciosos nuevos libros de cocina llenos de fotos, se encuentran desconcertadas, y es que es inmoral que nuestro país se esté inundando con esta avalancha de publicaciones, llenas de erratas y graves confusiones. Soli Deo Laus honor et gloria.
La receta
Una vez descongelados y cocidos correctamente los langostinos (ver Como cocer el marisco), procedemos a hacer la ensalada.
Para ello preparamos una mahonesa ligera (con un aceite de oliva virgen afrutado, y el zumo de medio de limón), añadimos los berros bien lavados y finamente picados a cuchillo, se remueve bien, y obtendremos lo que se llama una mahonesa de berros, con la que podremos preparar mil deliciosos platos veraniegos.
Pelamos los langostinos, reservamos los ocho más bonitos para poner en la boca de cada canutillo, y el resto se pica en tacos, que se añaden a la mahonesa de berros, con lo que ya tendremos listo el relleno.
Los canutillos se pueden comprar de hojaldre ya preparados, que es lo más cómodo, y dándoles un golpe horno al momento de ir a comer (antes de rellenar), se obtiene un plato brillante. No obstante la receta que yo propongo, es con pasta de rollitos primavera (harina de arroz).
Para eso hay que poner abundante aceite bien caliente, y usando un mazo de chino como soporte (esa especie de mano de almirez con la que se aprieta para pasar por el colador chino), envolvemos una oblea en él, se sumerge en el aceite bien caliente, y cuando empiece a coger color se retira y se deprende, obteniendo un crujiente cornete, parecido al que se usa para soportar las bolas de helado.
Solo falta rellenar cada uno con la ensalada preparada, adornar la boca con los langostinos enteros, y se puede presentar sobre unas hojas de escarola o de achicoria roja, y acompañar con unos triangulitos de piña natural. Parece muy sencillo ¿eh?, incluso con comprar los langostinos congelados ya cocidos, se meten en el microondas un par de minutos y listo, pero prueben esos estropajos junto a mi receta, y ya verán como el esfuerzo merece la pena.
Para empezar hay que elegir un buen producto (mejor de los que vienen en cajas indicando categoría y procedencia), y en la misma caja de cartón, se meten en la nevera y se dejan descongelar toda la noche, como mínimo doce horas.
Una vez comprobado que están completamente descongelados, se pone abundante agua con sal (seis veces el peso de marisco) y una hoja de laurel, y cuando esté hirviendo a borbotones, echamos los langostinos y esperamos a que vuelva a romper a hervir.
No necesitan más tiempo de cocción, sin mas se retiran del fuego, se escuren, se colocan en una fuente, y se cubren con sal gorda.
Así deben reposar durante un par de horas, luego se limpian y ya se pueden utilizar para comer según la forma deseada.Salvo que probemos algo muy especial (los tigres de Huelva, o los de Palamós son fuera de serie) la única diferencia que apreciarán con los frescos, es que la cabeza de estos queda algo líquida.
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