Ensalada de zanahorias moradas con celerí y crema de Roquefort
En la receta de zanahorias doy debida cuenta de este asunto, así que no lo voy a repetir, pero sí contarles que a mi mujer le encantaron estos tubérculos, por su frescura de sabor, su tacto más crujiente y, en definitiva, su personalidad, así que las ataqué en crudo con esta recetita, y lo pongo en diminutivo porque ya verán que es más sencilla que el mecanismo de un palillo.
Elaboración
Empezamos por hacer la salsa Roquefort, para ello aplastamos a tenedor el trozo de queso, con un chorrito de limón pimienta y sal. Cuando esté bien lisa, añadimos la nata líquida y repetimos el proceso.
Rallamos en un gran bol un trozo de celerí y las dos zanahorias. Salpimentamos, rociamos con unas gotas de limón para que no se oxide, y removemos.
Añadimos la salsa y volvemos a darle vueltas hasta que esté bien repartido el aliño.
Esta ensalada suele servirse con costrones o “croutons” de pan frito, mal llamados picatostes por muchos “entendidos”. Si se pasan antes por agua con ajo rallado, mejor, porque ese saborcito es una delicia.
En esta ocasión, como va de guarnición, pues la servimos a pelo, pero no olviden el detalle de los cuscurros de pan fritos al ajo.