Ensaladilla de champiñones
De alguna forma ya les he hablado de esta receta en Ensaladilla de col china, Mahonesa de anchoas, Salsas de anchoas (en la llamada Salsa de anchoas para canapés), en Milhojas de anchoas o incluso la Ensaladilla de trigo, pero es que es una golosina tan tentadora, que siempre que puedo la cuelo, ya sea como guarnición, salsa, canapé, etc.
En esta versión he de destacar que la presencia de los champiñones no es testimonial, no es un ingrediente más, sino que cobra un marcado protagonismo en esta mezcolanza tan rica.
Ya les he avanzado que esta receta tiene diferentes aplicaciones, porque yo me la he llagado a comer a cucharadas de lo rica que está, pero en realidad la diseñé como guarnición del Tartar de caballa a la española.
La historia es tan sencilla como que no me encajaban bien los Maki-sushi que suelo preparar para los platos de perfil japonés, y como mi chica es celiaca, pues no podía preparar tampoco una Ensalada Spasara porque lleva espaguetis, de modo que opté por la ya citada Ensaladilla de col china, pero ¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!, en la frutería de Salinas no había col china, así que, rebuscando con la mirada por las diferentes hortalizas, recompuse mi guarnición y diseñé esta deliciosa ensaladilla.
La receta
A la vista de los ingredientes cualquier ama de casa optaría por el suicidio, pero en realidad no tiene mayor misterio. Quizá lo más conflictivo sea preparar la Mahonesa, pero como muchas personas optan por las de bote, pues resuelto, aunque yo aconsejo hacerla porque es un momento y la diferencia es abismal.
Lavamos bien los champiñones, les quitamos el pedúnculo y los cortamos en láminas finas. Echamos a un bol y reservamos.
Cortamos el jamón de York en tiritas finas y al bol.
Hacemos lo propio con las aceitunas, las alcaparras, los pepinillos y los huevos duros.
Las zanahorias deben pelarse y rallarse con el pasador grueso.
Removemos bien el conjunto e incorporamos la mahonesa. A partir de ahí sí con viene tomar precauciones tales como cubrir el bol con papel film y meterlo en la nevera, sobre todo si trabajamos con huevos caseros porque aumenta el riesgo de salmonelosis (ya me he expresado al respecto en el artículo Mahonesa y salmonelosis).
Un vino para cada pincho
Como estamos hablando de una guarnición, no tiene sentido recomendar un maridaje, pero como ya he apuntado que puede servirse en canapés, pues he aquí mi consejo. Desde luego un vino blanco frío y con buena estructura de acidez para nos limpie la boca de la sensación empalagosa de la mahonesa. Si la servimos así, de pincho, lo más agradable es un buen cava, como ese maravilloso Huguet que nunca falla, con sus notas vegetales de la Pinot Noir que alegran la vida.